Personas comunes se convierten en humoristas por una noche
Luces tenues, una pequeña tarima, el público que espera tranquilo en sus mesas y un micrófono encendido. No, nadie va a cantar o a recitar un discurso. Ahora las noches son para hacer reír. Personajes conocidos y desconocidos se adueñan de los micrófonos para hablar sobre la cotidianidad y reírse de ella.El año pasado el actor George Harris regresó a Venezuela luego de pasar tres años en España, decidió montar su rutina ¿Quién se quiere ir? y sin proponérselo desató una fiebre para hacer comedia en el formato stand-up. Primero comenzó en el extinto local En Vivo, ahora todos los lunes está Micrófono Abierto en El Teatro, en Las Mercedes. Carlos Sicilia, siempre atento a las novedades, no se quedó atrás y los martes armó el Circuito de Stand-Up Comedy en el Moulin Rouge. Ahora, la cantante Kiara incorpora el formato en su recién estrenado local, Capital Jazz and Bistró, donde las personas comunes y corrientes se convierten en comediantes por una noche.
"¡Tranquilos! no somos una amenaza para comediantes como Emilio Lovera o Er Conde del Guácharo", dice Sicilia, promotor y maestro de ceremonias los martes en Moulin Rouge, y agrega: "El stand-up no es un acto humorístico, no necesita de músicos o armar un personaje. Somos ligas distintas".
El mismo Emilio Lovera explica de qué va el stand-up. "Es un estilo donde uno está de pie frente al micrófono sin ninguna otra ayuda que la voz. Tú no cuentas chistes, simplemente elaboras una rutina o haces un cuento, una historia sobre las cosas que le pasan a todo el mundo, pero de las que nadie habla".
El actor y comediante, considerado por algunos como "el padre del micrófono abierto en Venezuela", George Harris, coincide con Lovera. "No son chistes, son cuentos sobre un tema en particular, sobre las cosas cotidianas. ¡Claro! Al ser más comunes los temas, la gente se siente más identificada. El stand-up es un género que todas las personas en Venezuela pueden hacer, pero no se tenía el género bien claro hasta hace un año".
En este formato se puede hablar sobre cualquier cosa. La locutora y animadora Mariela Celis se enganchó en esta onda, creó la rutina Una mujer acontecida y ahora es madrina Micrófono abierto. "No es un monólogo, porque eso es una pieza teatral y tienes que construir un personaje. Aquí hablo sobre las cosas que me pasan. Fíjate, yo soy un imán de locos, salgo a la calle y me pasan cosas insólitas. Por ejemplo, a mí nunca me llaman por mi nombre, siempre me confunden con Mónica Pasqualotto o con Daniela Kosán&de verdad, todavía no entiendo por qué y eso lo cuento allí. También explico la forma de hablar que tenemos nosotros los venezolanos. Voy cambiando dependiendo de lo que esté pasando en el mundo. El tema de no conseguir papel toilette no lo puedo dejar por fuera", explica entre risas la locutora.
¿Qué se necesita para hacer stand-up comedy? "Mucho coraje", señala Harris. "No todo el mundo tiene el valor de montarse en tarima y enfrentarse al público. Se recomienda tener algo escrito, algo montado, porque a veces, por culpa de los nervios se te puede olvidar todo".
Andrea C. Fernández S.
